- Desde hace trescientos años, tres veces al año, la sangre de San Gennaro, conservada en dos ampollas se hace líquida, después del rezo de los devotos.
Para quienes visitan Nápoles el dia de San Gennaro, el 19 de septiembre, lo increible puede tornarse realidad ante sus propios ojos.
Al alba de cada 19 de septiembre en Nápoles, miles de fieles se dirigen a la catedral de la ciudad para orar ante la “Capella del Tesoro” pidiendo que se produzca el milagro.
Se trata de un suceso maravilloso que ocurre periódicamente desde hace más de trescientos años. La sangre de San Gennaro, mártir alrededor del año 305 D.C. durante la persecución de Diocleciano a los cristianos, obispo de Benevento, experimenta la licuefacción, se hace liquida.
San Gennaro fue arzobispo de Benevento. En 305 de nuestra era, el emperador Dioclesiano lo condenó a ser expuesto y morir por animales salvajes. La condena parece que no funcionó y por ello fue finalmente decapitado junto con otros clérigos, convirtiéndose en mártir y después en santo de la iglesia católica romana. Sus restos sufrieron una larga historia de traslados y ocultaciones. En el siglo V, San Gennaro fue declarado patrono de Nápoles . En 1337, fueron instituidas celebraciones en su honor. Hasta esa fecha no se tiene constancia de que el milagro de la licuefacción ocurriese. Es en el diario de un ciudadano anónimo de Nápoles donde aparece el primer relato: "En el día decimoséptimo [de agosto de 1389] hubo una gran procesión para celebrar el milagro realizado por Nuestro Divino Señor con la sangre de San Gennaro. La sangre, que está guardada en una ampolla, se volvió líquida tal como si estuviera en el cuerpo vivo de Gennaro aquel mismo día". En la misma época surgió la leyenda de que una mujer habría recogido la sangre del mártir cuando fue decapitado.
Existen dos ampollas con sangre, una contiene algunas gotas, la otra está llena hasta 2/3 de su capacidad, ambas se encuentran dentro de una caja de vidrio sellada, la cual está dentro de una bóveda en la iglesia en la Capella del Tesoro en la ciudad de Nápoles. La superstición (aunque no la Iglesia) afirma que es mal augurio que el milagro no ocurra. .
¿Como explicar semejante fenómeno sobrenatural? Sabemos que la sangre una vez coagulada no se licúa naturalmente. Los testigos dan cuenta de que ningún proceso químico o físico es realizado sobre las ampollas que contienen las reliquias. Apenas son manipuladas, o sea, retiradas de la bóveda, trasladadas, mostradas al público, en síntesis, son sometidas a una suave agitación mecánica. Algunas substancias tienen la propiedad de licuarse cuando son agitadas y solidificarse cuando están en reposo, esta propiedad es llamada tixotropía. En 1991 Luigi Garlaschelli de la Universidad de Pavia, Franco Ramaccini de Milán y Sergio Della Sala del Hospital San Paolo de Milán publicaron un artículo en la revista Nature en el cual describían la propiedad tixotrópica de una substancia que bien podría reproducir los fenómenos relatados. A fines del siglo XIX, el profesor Albini de la Universidad de Nápoles, ya había sugerido una mezcla tixotrópica cuyo color asemejaba al de la sangre de San Gennaro. Sin embargo esta mezcla no conseguía mantener sus propiedades durante más que un corto tiempo y además usaba entre sus componentes chocolate, que fue introducido en Europa después de 1492.conservada en dos pequeñas ampollas de cristal selladas en un relicario de metal, experimenta la licuefacción (se hace líquida).
Ocurre cada año en tres ocasiones relacionadas con el santo: la traslación de los restos a Nápoles, (el sábado anterior al primer domingo de Mayo); la fiesta del santo (19 de septiembre) y el 16 de diciembre, fecha del aniversario de la erupción del Vesubio en 1631, que se calmó con las oraciones de los creyentes a San Genaro. El 5 de mayo del 2008, reporteros de 20 canales de TV, entre ellos CNN estaban presentes en la catedral cuando ocurrió el milagro.
Pero la licuefacción de la sangre del santo napolitano suscita dudas y polémicas en el mundo científico. “Se trata simplemente de un compuesto químico hecho a base de hierro, preparado en la Edad Media, que se mantiene sólido si no se mueve y asume el estado líquido cuando es agitado”, afirmó la conocida astrofísica italiana Margarita Hack hace algunos años. Sin embargo, Giuseppe Gherazi, profesor de la facultad de biología de la Universidad de Nápoles, tras cuatro años de investigaciones y una serie de análisis espectrales, llegó a la conclusión de que en la ampolla había sangre de verdad.
Entre los elementos, ciertos en relación con esta reliquia, figuran los siguientes:
1.La substancia oscura que se dice es la sangre de San Genaro -la que, desde hace más de 300 años permanece herméticamente encerrada dentro del recipiente de cristal que está sujeta y sellada por el armazón metálico del relicario- no ocupa siempre el mismo volumen dentro del recipiente que la contiene. Algunas veces, la masa dura y negra ha llenado casi por completo el recipiente y, en otras ocasiones, ha dejado vacío un espacio equivalente a más de una tercera parte de su tamaño.
2.Al mismo tiempo que se produce esta variación en el volumen, se registra una variante en el peso que, en los últimos años, ha sido verificada en una balanza rigurosamente precisa. Entre el peso máximo y el mínimo se ha llegado a registrar una diferencia de hasta 27 gramos.
3.El tiempo más o menos rápido en que se produce la licuefacción, no parece estar vinculado con la temperatura ambiente. Hubo ocasiones en que la atmósfera tenía una temperatura media de más de 30° centígrados y transcurrieron dos horas antes de que se observaran signos de licuefacción. Por otra parte, en temperaturas de 5° a 8° centígrados más bajas, la completa licuefacción se produjo en un lapso de 10 a 15 minutos.
4.No siempre tiene lugar la licuefacción de la misma manera. Se han registrado casos en que el contenido líquido burbujea, se agita y adquiere un color carmesí muy vivo, en otras oportunidades, su color es opaco y su consistencia pastosa.
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